Centro de Desarrollo Humano para El Alto del Carmen de la Unión de Cartago. Municipalidad de la Unión de Cartago

Abstract

Cuando a nivel social las comunidades presentan problemáticas y situaciones que atenten contra su progreso y búsqueda de una mejor calidad de vida se ha considerado el identificar y erradicar los detonantes de estas crisis. Pero muy pocas veces se ha considerado analizar los causantes de estas problemáticas y como se podrían combatir por medio de espacios que le otorguen a la comunidad una mejor calidad de vida. En la zona del Alto del Carmen, el gobierno local de La Unión generó el plan “Estrategia Integral de Convivencia y Seguridad Municipal”, en dicho plan se realizó un levantamiento de los retos y oportunidades que enfrenta el cantón. Dentro de los retos comunitarios existentes hay tres que afectan puntualmente a la zona del Alto del Carmen: desintegración familiar, inseguridad comunitaria y división de barrios. Es a partir de estos análisis que se determina, en este plan, la oportunidad de desarrollar un Centro de Desarrollo Humano, con espacios versátiles que atiendan las necesidades espaciales de la comunidad. Para determinar qué espacios requiere la comunidad, se debe analizar los diagnósticos demográficos e investigar por medio de cuáles tipologías arquitectónicas se puede diseñar un Centro de Desarrollo Humano, con componentes lo suficientemente versátiles para atender actividades de diferentes índoles, sean esta educativas, culturales o de índole deportivo y recreacional. Como parte del empoderamiento que se busca fomentar en la comunidad, se realizará un proceso de diseño y construcción del proyecto participativo, en el cual sea la comunidad junto con las organizaciones locales quienes se apropien del espacio público y del proceso de toma de decisión en la gestión de los proyectos comunitarios. Sin embargo, las limitaciones a las que se enfrenta este proceso son la dificultad de reunión presencial a causa de la pandemia causada por el SARS-CoV-2, inseguridad comunitaria y limitaciones económicas. Un proyecto de inclusión comunitaria y un diagnóstico consciente de la situación comunal en paralelo con tipologías que atiendan las demandas espaciales que la comunidad requiere, puede convertirse en el detonador de las herramientas que poco a poco forjen una mayor calidad de vida.